Hoy hablaremos de los juguetes desestructurados. Se trata de objetos que no tienen una finalidad concreta: Bloques de madera, troncos, cajas de cartón… Cosas que a simple vista no parecen juguetes, pero a pesar de eso, atraen la atención de los niños y les mantienen largas horas entretenidos, más aún que cualquier juguete moderno.
✅ ¿Qué es un juguete desestructurado?
Un juguete desestructurado puede ser cualquier cosa que no persiga una finalidad educativa o lúdica concreta y que, a pesar de eso, resulte de interés para los niños por su potencial manipulativo y creativo. Suelen ser piezas, muchas veces de madera, que permiten desarrollar todo tipo de juegos constructivos y simbólicos.
Los materiales desestructurados no tienen luces ni se mueven solos. No cuentan con instrucciones sobre cómo jugar. Permiten jugar de muchas maneras distintas e invitan a los niños a establecer sus propias reglas y objetivos cada vez que se encuentran con ellos. No se busca ganar ni se pretende aprender nada en concreto con ellos, pero la realidad es que los niños aprenden muchísimo al usarlos, tanto a nivel intelectual como emocional.
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1. Cesto de tesoros
Este es el primer juguete desestructurado para bebés que puedes comprar. El cesto de tesoros es un cesto con diferentes objetos, cada uno con una forma y textura diferente. Los juguetes del cesto de tesoros estimulan sus sentidos y su curiosidad de una forma rica y plena. Con ellos descubren matices sensoriales como la textura, el peso, la temperatura, los sonidos… aprenden a manipularlos y descubren reacciones tras sus acciones, por lo que son ideales para su desarrollo intelectual. Puedes añadir al cesto otros objetos, como plumas, cuerdas, esponjas…
2. Arcoiris Waldorf
Escribí un post completo sobre el arcoiris waldorf, pues es un material maravilloso para los niños a partir de dos años aproximadamente, y hasta prácticamente terminar su infancia. ¡Las posibilidades que ofrece este juguete son infinitas! Los semicírculos pueden convertirse en puentes, con ellos pueden construir figuras desde las más simples a las más complejas, pueden servir para delimitar espacios, etc. Te dejo aquí algunos arcoiris waldorf que puedes comprar.
3. Maderas naturales
Los troncos y objetos de madera son una fuente de diversión increíble. Podéis ir al bosque a buscar vuestros propios troncos. Pero lo más práctico es comprarlos, pues ya vienen cortados y algunos están pulidos, por lo que son más seguros y agradables al tacto para su uso lúdico y creativo.
Incluyo aquí la casa del árbol, un material que viene preparado para convertirse en una casa (aunque podría ser cualquier otra cosa). ¡Es una propuesta que enamora!
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4. Juguetes Grimms
Existen muchos juguetes apilables (de aspecto similar al arcoiris Waldorf) que además de ser bellos, son muy interesantes para realizar diferentes construcciones y para un uso simbólico. Se trata de los juguetes Grimms, inspirados en la pedagogía waldorf. Estos juguetes destacan por ser realizados en madera de altísima calidad, por su textura suave y por estar pintados con pinturas no tóxicas de colores basados en el arcoiris natural.
Como verás, estos juguetes permiten desarrollar la creatividad de los niños a través de formas simples inspiradas en la naturaleza.
5. Muñecos de madera
Dentro del juego simbólico, una de las cosas que más gusta a niños y niñas es jugar a construir pueblos y ciudades. Los juguetes que te presentaba anteriormente son muy útiles para delimitar los espacios de la ciudad y colocar las casas donde se les antoje. Pero, ¿qué es de una ciudad sin sus ciudadanos? Aquí entran en juego estos preciosos muñecos de madera, también llamados Peg Dolls. Algunos son sin pintar y otros pintados. Déjate enamorar:
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6. Bloques de madera
Dedicaré un capítulo especial a los bloques de madera de diferentes formas. Con ellos se puede construir todo lo que los niños imaginen, y permite desarrollar su coordinación, precisión, imaginación, creatividad, persistencia, tolerancia a la frustración… En fin, un verdadero todo en uno con el que los niños y niñas pueden entretenerse largas horas y mantener el interés por muchos años.
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7. Tabla Curva
No quería terminar esta selección de juguetes desestructurados sin hablaros de la tabla curva o tabla Pikler. Os hablé de ella en un post dedicado a la pedagogía y materiales Pikler. Todo lo que se incluye allí son también materiales desestructurados, pero para haceros una simple mención, os dejo el material Pikler que más me gusta (a mi y a los niños):
✅ ¿Por qué son tan beneficiosos los juguetes desestructurados?
Los niños disfrutan jugando con juguetes desestructurados porque despiertan su capacidad creativa, su imaginación y su libertad. Estas sensaciones son muy potentes y me atrevería a decir que bastante desconocidas por ellos. Por eso los juguetes no estructurados resultan tan atractivos e interesantes para su desarrollo.
Me gustaría terminar este post con un listado de los 8 beneficios más destacables de los juguetes desestructurados, por si aún tienes dudas de que merece la pena hacerse con alguno de ellos.
1. Respetan su etapa evolutiva
No hay una edad concreta para este tipo de juguetes (obviando los primeros meses de vida, en los que no podemos ofrecer piezas pequeñas). A cada edad los niños los usarán buscando una finalidad distinta y explorando unas características diferentes.
2. Mantienen el interés por muchos años
Al ser juguetes tan abiertos, los juguetes desestructurados acompañan la evolución y los intereses de los niños y les siguen resultando interesantes por muchos años.
3. Fomentan la creatividad
Al no haber un objetivo ni una forma de jugar concreta, a los niños se les abre un mundo lleno de posibilidades en los que ellos son los directores. Planean escenarios, se proponen objetivos y exploran todas las posibilidades, nuevas soluciones y retos cada vez más ambiciosos.
4. Estimulan su motivación y su persistencia
Se motivan a materializar sus ideas, a buscar soluciones hasta llegar al resultado deseado, y aprenden a tolerar mejor la frustración. Cuando la construcción se les cae, o no sale como ellos querrían, sienten frustración, pero al exponerse a esa situación y terminar logrando su objetivo, aprenden algo que será muy valioso para su futuro: que el éxito se logra con esfuerzo, y que el error no es más que aprendizaje útil.
5. Aprenden conceptos matemáticos
El peso, el equilibrio, las cantidades, las diferencias y similitudes… Con los juguetes no estructurados los niños aprenden a clasificar, a discriminar e incluso a realizar pequeños cálculos de una forma totalmente lúdica y espontánea.
6. Les aleja de otros juegos menos recomendables
Hoy en día los niños tienen a su alcance demasiados juegos tecnológicos: tabletas, móviles, televisión, consolas… Todos estos recursos no les permiten imaginar, decidir ni inventar. Simplemente aprenden a reaccionar ante estímulos, a responder frente a recompensas inmediatas y a buscar la gratificación sin esfuerzo previo.
Los padres debemos reflexionar sobre el flaco favor que les hacemos a nuestro hijos si les permitimos pasar demasiado tiempo con este tipo de juegos. No nos sintamos culpables: la sociedad y la publicidad nos empuja a ello, pero como padres conscientes, podemos elegir otro tipo de juguetes mucho más interesantes.
En este sentido, los juguetes desestructurados son un recurso valiosísimo. Te darás cuenta de que, en realidad, los niños necesitan fervientemente este tipo de juegos, pues la satisfacción que les genera es mucho mayor que cualquier videojuego o app. Con estos juegos los niños pueden ser sujetos activos, no pasivos. Dicho de otro modo, con los juguetes desestructurados los niños dirigen en lugar de observar, o como mucho, reaccionar (como ocurre con juguetes tecnológicos).
7. Estimulan su desarrollo emocional e intelectual
Un niño que dirige sus propios juegos mantiene siempre una inteligencia activa y despierta, enfocada en la creatividad y en la búsqueda de soluciones. Paralelamente, explora los materiales que tiene a su alcance, reconoce sus posibilidades y las pone a prueba. Un niño acostumbrado a esta forma de jugar se sabe capaz de lograr objetivos y de crear cosas por si mismo. Y sin duda, un niño así tiene una autoestima sana, una gran capacidad de autoregularse y plantearse retos que dependan de sí mismo y le mantengan motivado.
8. Son juguetes libres y que dan libertad
Libres porque no son juguetes de género, ni juguetes limitados a una edad específica. Tampoco están limitados a unas expectativas en concreto, ni reciben juicio acerca de si se están usando correctamente o no. Son juguetes libres, y eso se transfiere a los niños, pues les da esa misma libertad para jugar como quieran: sin juicio, sin expectativas y sin estereotipos.
Sin duda recomendaría a todas las familias que se hicieran con al menos un juguete desestructurado y que vieran lo que ocurre. Sin juicios. Solo observa cómo los niños lo exploran, lo manipulan… como van evolucionando con ellos. Como se concentran, planean y disfrutan del proceso. Es una verdadera gozada.
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Última actualización el 2022-07-01 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados. Aviso: los precios y la disponibilidad pueden ser distintos a los publicados